Prevenir implica actuar para disminuir el número de personas que tienen problemas con las drogas, para que éstos sean menos graves, para evitar las posibles secuelas. Obviamente, prevenir exige anticiparse a los problemas, actuar cuanto antes.
Por eso hablamos de una prevención dirigida a niños y adolescentes, en la que el papel de la familia y de la escuela es fundamental: porque son los espacios en los que prioritariamente se educa, se ayuda a crecer y a construir personalidades más seguras, más libres y más responsables.
No hay que esperar a la adolescencia para empezar a prevenir. Lo más importante es tener un conocimiento real de lo que son las drogas, estar convencido de sus consecuencias negativas y acompañarlo del ejemplo personal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario